Este miércoles un grupo de Técnicos Especialistas en Desactivación de Artefactos Explosivos (Tedax) de la Policía detonó de forma controlada y sin incidentes una granada de entrenamiento militar hallada en el interior del centro de primera acogida de menores extranjeros de Hortaleza. La granada estaba en una bolsa de plástico junto a otra con metralla. En el centro se alojan un centenar de menores, extranjeros y españoles, donde ingresan por procedimiento de urgencia a instancias de las Fuerzas de Seguridad, Fiscalía de Menores y de los Servicios Sociales. Es decir, que están desamparados, algunos han sufrido abusos sexuales, algunos maltratos. Un día después, PP y VOX se negaron a condenar el ataque con una declaración institucional en la Asamblea de Madrid. Me da miedo vivir en un país así. Y no debe ser nada comparado con el que sienten los menores y los profesores y educadores sociales de Hortaleza.
No es la primera vez que viven con el susto en el cuerpo, pero va en escalada. En octubre, una treintena de jóvenes asaltaron el local con barras de hierro y cadenas para castigar un presunto robo. Más tarde, en una parada de autobús cercana, dos enchapuchados agredieron con un remo a dos jóvenes de aspecto árabe que lograron escapar huyendo. El día después amaneció con una pintada en la parada en la que se podía leer: “Todos remamos juntos. Viva España”. En noviembre, el grupo neonazi Hogar Social empezó a convocar en sus puertas concentraciones de protesta contra un supuesto aumento de la delincuencia en el barrio. Este miércoles, la granada.
Y mientras, Rocío Monasterio de VOX señalando al centro de menores y asegurando que los vecinos de la zona están atemorizados, igual que hizo en plena campaña electoral convocado un acto en otro en Sevilla. Son un partido de ultraderecha. Es decir, racistas y xenófobos. Y así son sus mensajes y actos. Los que después atacan a los centros de menores por esos motivos racistas y xenófobos se sienten amparados ahora por unos políticos que están en el Congreso como la tercera fuerza más votada, que están en Ayuntamientos como el de Madrid gracias al PP y Ciudadanos y que se niegan a votar a favor para que se condene la violencia machista cuando ya son 53 las mujeres asesinadas en lo que va de año y para que se condene el lanzamiento de una granada a un centro con menores desamparados, vulnerables, heridos.
Sí. Me da miedo vivir en un país así. Y lo único que no comprendo es por qué a algunos no y además manipulan e intentan blanquear quiénes son sus socios: un partido de ultraderecha. Con el fascismo no se negocia, al fascismo se le combate. A ver no si nos enteramos, sino que nos lo tatuamos.
