Rufián le ha endosado una manita a Jordi Évole. El periodista jugaba en casa, tenía el prestigio de su lado, años de preparación y una delantera mediática que parecía invensible. Pero a pesar de todo, Rufián le metió a Évole 5 goles como 5 soles. A domicilio.
A lo largo de los últimos dias se ha escrito mucho sobre lo que hizo Rufián en el Congreso. Las aficiones ya han vociferado y ahora toca analizar el resultado, repasar la alineación y poner el VAR en las jugadas polémicas. Sobre “la foto del partido” no hay dicusión: Gabriel Rufián, de pie y con los brazos abiertos, disparando como un forajido con una pistola en cada mano. El resultado indiscutible: Évole 1 - Rufián 5.
Évole 0 - Rufián 1
Guste más o guste menos, Rufián marca goles. En política “gol” es decir lo que nadie dice. Y que se escuche. El equipo local lleva cuatro décadas intentando tapar un enorme agujero en defensa pero sus jugadores son cada vez menos efectivos. Rufián dispara y, para desesperación de la defensa, los goles entran: el Rey es un ladrón, el Rey es un corrupto, el Rey es amigo de criminales de guerra, el Rey es un putero, el Rey nos roba, al Rey lo puso Franco. Gol. “Ahí está el diputado, pendiente de las cámaras” dice Évole en su artículo semanal en La Vanguardia, titulado “El puto amo”. Parece que le molesta al periodista que se hable para las cámaras cuando la Cámara ha sido durante cuarenta años el escenario de una opereta criminal. Cuarenta años donde todas las cámaras, las columans y el límite de lo criticable venia pautado de antemano. Cuarenta años donde algunos intentaron disparar a puerta pero las cámaras solo enfocaban la porteria contraria. La defensa lleva cuarenta años con un bus aparcado delante de la porteria pero las cámaras no lo enfocaban. Ahora Rufián se metió en el área pequeña y desde su escaño marca goles. Rufián se hace con las cámaras que siempre fueron de los de siempre, mira el objetivo y lo dice: “El Rey va desnundo” y el gol entra por toda la escuadra del Régimen del 78. Y al periodista le molesta. Ya lo advirtió Labordeta: “Pero no puedo hablar aquí o que? Coño! A ver si no puede uno hablar aquí… Ustedes están habituados a hablar siempre porque aquí han controlado el poder ustedes toda la vida y ahora les fastidia que vengamos aquí las gentes que hemos estado torturados por la dictadura a poder hablar. Eso es lo que les jode a ustes! Coño!”. A la mierda. Évole 0 - Rufián 1.
Évole 0 - Rufián 2
El escaño de Rufián es mortífero para el pacto de silencio. “Sin violencia podemos hablar de todo”. Pero Rufián mira a la Cámara y a las cámaras y vuelve a romper las piernas a la defensa y nos recuerda que el partido está amañando. Pueden poner la alineación que quieran, pero no pueden esconder, como nos recuerda Pérez Royo, que la Constitución del 78 “no pone en cuestión la Restauración de la Monarquía decidida en 1947 por el General Franco con la aprobación de la Ley Fundamental de Sucesión en la Jefatura del Estado”. El partido está amañado porque “la Monarquía -nos explica Royo- no ha sido nunca objeto de debate y decisión por parte del poder constituyente del pueblo español”. El partido está amañado porque “la Monarquía no puede ser cuestionada, ni siquiera en sede constituyente, porque significa poner en peligro todo el proceso”. Y llega Rufián con la “pose forzada, teatral, sobreactuada”, con la “antinaturalidad estudiada” que molesta a Évole y deja en evidencia el montaje y hace polvo la maravillosa naturalidad de la impostura con la que nos han engañado estos cuarenta años. Évole 0 - Rufián 2.
Évole 0 - Rufián 3
Ataca Évole: “Rufián sabe que es mucho más importante el postureo que una sesuda iniciativa parlamentaria”. Como de “sesudas” se pregunta la grada? Si Évole investigara un poquito sabría que las “sesudas” PNL (Propuesta No de Ley) que se presentan por centenares cada semana son puro papel mojado. Están llenos los cajones del Congreso de “sesudas” PNL donde la oposición pide “A” para, una vez llegar al Gobierno hacer “B”. Están llenos los cajones de “sesudas” declaraciones que no valen ni para sonarse los mocos. Están llenos los cajones del Congreso de preguntas que no se pueden hacer por orden de gente que nunca se ha presentado a las eleccions. Un dia Jordi investigará el fraude de las PNL. Un dia Jordi escribirá un artículo en La Vanguardia explicando el “postureo” de un Congreso que veta preguntas. “Declaración del Delegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana de poseer un rifle semi-automático de la marca Browning”. Inamitida a trámite en términos absolutos. “La mesa del Congreso veta preguntas sobre si el Rey cumplió con Hacienda”. Inadmitida a trámite en términos absolutos. Un dia habrá un reportage sobre las “sesudas” preguntas parlamentarias denunciadas por 8.000 perguntas presentadas en un solo dia. Google it, Évole e indígnate: “Ángeles Álvarez”. De que “sesudas iniciativas parlamentarias” habla Évole, en un parlamento capado, amordazado, inútil, atado y bien atado. De que “sesudas inciativas parlamentarias” posible habla Évole cuando, de arriba a abajo, el Congreso está tomado por un heredero de Franco, por su sistema electoral preconstitucional hecho a medida de los sucesores del dictador fascista y por el 135 PP-PSOE que deja cualquier posibilidad “sesuda” en papel mojado? Preguntas parlamentarias admitidas y escuchadas en el Pleno: “¿Cree el Gobierno que la paciencia de los españoles es infinita?”; “¿Conoce el Gobierno lo que piensan los españoles?”; “¿No cree el Gobierno que los españoles tenemos motivos para estar orgullosos?”; “¿Le preocupan al Gobierno los problemas reales de los españoles?”. Estas preguntas de Casado, Dolors Montserrat y gente por el estilo se han formulado en el Pleno sin que nadie diga ni pio. Mientrastanto aún esperamos respuesta a esta: “¿Sabe el Gobierno porque en España se pagan 250,78€ por vial de Lenalidomida cuando en Francia se pagan 165,16€?” Molesta que alguien se deje de creer la farsa, abra los brazos y la señale. Por eso el problema és Rufián. Évole decide seguir creyendose y apuntalando el inaceptable decoro parlamentario que ha tapado cuarenta años de basura. Acude al ataque Luis Mauri, subdirector de El Periódico: Rufián es “un tuitero sin más bagaje ni contribución que el desparpajo tabernario de un espabilado de barrio”. El tal Mauri prefiere los barrios altos donde La Caixa tiene su sede y los apuntes de los millones que debe su diario. Pero ya no cuela y los brazos abiertos de Rufián conectan con los “chulitos de taberna”… y con varios millones de personas que ya no se creen el circo oficial. Évole 0 - Rufián 3.
Évole 0 - Rufián 4
Y, como decimos, Rufián abre los brazos y Évole se rie y habla de Charlton Heston abriendo los mares, de Leonardo Di Caprio en el Lobo de Wall Street o Kate Winslet en Titanic. “La imagen de Gabriel Rufián con los brazos abiertos y mirando con superioridad” incomodan al periodista. No se le ocurre pensar que esos brazos abiertos son el gesto que millones de catalanes hacen cada dia cuando la represión los apabulla, o el gesto de millones de españoles todos que ven como su Congreso, con toda naturalidad y sin aspavientos, se pasa por el forro el sufrimiento de millones y con toda naturalidad llevan cuarenta años legislando a favor de los de siempre. A Évole le molesta ver a un diputado en pie y abriendo los brazos preguntándose que carajo pasa aquí, como nos preguntamos los que estamos hartos de un teatro de marionetas manejadas por el IBEX y los medios de comunicación a su servicio. Dónde carajo estaban los responsables mientras mirábamos con los brazos en cruz como el PP y el PSOE nos crucificaban y quebraban la Constitución a las órdenes de Merkel. Évole intenta dar servicio pero ya no cuela. Évole 0 - Rufián 4.
Évole 0 - Rufián 5
Se escandaliza Évole con Rufián por encima de sus posibilidades y para hacerlo olvida todos los contextos. Rufián abre los brazos y señala la profunda farsa que se cae a cachos pero el periodista decide mirar los dedos. La semana en que sabemos que nadie devolverá el rescate a la banca, la semana que sabemos que la justicia es irrecuperable, la semana en la que nuestras pantallas escupen la xenofobia, el racismo y el odio, Évole prefiere poner el foco en Rufián, en sus brazos y en sus formas. Pero ya no cuela y hasta Albert Pla ve la jugada. Évole 0 - Rufián 5.
Évole 1 - Rufián 5
El periodista cuela el gol del (des) honor. Tiene a su disposición a toda la estructura mediática que ha acomañado, anunciado y bendecido el circo los últimos cuarenta años. Évole no está solo y todo el mundo se apunta al contrataque. Se apunta Francino a la zaga y hace el pase, comparando a Rufián (militante de un partido con presos y exiliados) con Rivera y Casado, sus carceleros. Después de citar a Pérez Reverte, Francino hace la finta: “España salió del franquismo gracias a una generación sobresaliente de políticos”. El artículo se titula “¡Basta ya!”. Ahí lo deja. Desde el banquillo, Borrell, Rivera, Casado y Santiago Abascal vitorean y vociferan escupitajos invisibles y la suerte está echada y la Cadena Ser mientiendo: “Gabriel Rufián expulsado del Congreso tras llamar racista al Ministro Borrell”. A la mierda la verdad, que vamos al ataque! Y sale a la pista Luís Mauri, subdirector de El Periódico a decir que se siente invadido por “un espabilado de barrio” con “desparpajo tabernario”, un “chulito de barrio”. Lo dice el subdirector de un diario que, todo el mundo lo sabe en Catalunya, sólo sigue saliendo porque al Régimen le interesa. A Mauri no le gustan los “chulitos de barrio”. El prefiere los señores encorbatados de Diagonal arriba, dónde están cómodamente sentados los acreedores de su diario, endeudado hasta las trancas. En 2009 el editor de Mauri firmó un crédito sindicado de 245M€: Banco Sabadell, Banco Popular y La Caixa entro otros. Con amigos así, quien quiere frecuentar tabernas de barrio? Nota al pie: La Caixa, cuyo vicepresidente es el dueño del diario desde dónde escribe Évole. Y la grada no ha podido ver nunca el escupitajo pero el escupitajo está ahí. No hay VAR que salve a Rufián. El árbitro ha expulsado a Rufián y la claca aplaude. Rufián ha intentado robarles las cámaras pero ellos son los dueños de la señal. Évole 1 - Rufián 5.
Así quedó el partido pero la liga sigue. Y ya lo sabemos: la Liga un año es del BBVA y al otro del Santander. Hasta aquí mi crónica.
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