Esta noche vuelve la Liga. Y en cuanto ruede el balón, resolveremos dudas. En el Barça, más allá de lamentar que la pretemporada ha sido corta, todo son buenas palabras. Dicen estar listos. Trasciende que están sorprendidos de sí mismos. Lamentan no haber podido disputar amistosos, pero celebran haber entrenado sin giras ni viajes. Ambiciosos, en el Camp Nou se marcan el doblete como objetivo. Una oportunidad única, defienden. Esta noche vuelve la Liga. Después llegará la Champions. Tras muchas semanas de sensaciones y deseos, viene la hora de la verdad. El sábado, en cuanto ruede el balón en Mallorca, empezaremos a ver cómo es este Barça. En qué punto está. Si el parón le ha limpiado la mente. Si físicamente anda fino. Si ha recuperado algo del juego que perdió. La meta es cumplir con la tradición de volver a ganar la Liga. Llegar a ella depende de muchos factores, no todo se reduce a Messi.
El Barça previo al parón no permitía albergar grandes esperanzas. Su juego decaía. La Champions se veía imposible. En la Liga, el teletexto podía confundir. El gran argumento para el alirón lo ofrecían los rivales. Si el Barça se llevaba críticas, ¿qué debían merecer los que eran incapaces de superarle en la tabla?. Ahora que vuelve la Liga, seamos realistas. Mejorar el juego será condición innegociable para aspirar a un nuevo título. Setién debe recuperar la personalidad con la que llegó al Camp Nou. El equipo dar el paso al frente que la calidad de su plantilla presupone. Como dicen en el vestuario, la oportunidad merece la pena. Ganar la novena Liga de las últimas doce sonaría a tiranía. Y lograrla, además, dejaría al eterno rival a las puertas de un segundo año en blanco.
A la espera que el balón los confirme o los destroce, pongamos en valor los argumentos para el optimismo. Ter Stegen es garantía. Pilares veteranos como Piqué, Busquets o Jordi Alba, llegarán sin tanta tralla acumulada al tramo decisivo. Arthur querrá rebelarse ante los que no le ven futuro. Arturo Vidal no escatimará energía. De Jong no puede tardar mucho más en ser De Jong. Griezmann querrá demostrar que la suya fue apuesta acertada. De Messi nadie duda. Y vuelve el uruguayo, el mejor socio del diez. Y lo hace tras unas semanas en que se ha dudado de su físico, se ha subrayado su edad y se ha hablado hasta la saciedad de Lautaro. En este contexto, picado como estará, no duden que Luis Suárez se va a salir. Ah, y en la recámara Ansu Fati ansioso por no detener su particular reloj.
Tiene el Barça mimbres para salir airoso. El éxito del equipo pasa porque todos, desde el entrenador hasta el último de los suplentes, den un paso al frente. Tras verse la mayoría en listas de posibles traspasos, toca demostrar con hechos que del Camp Nou no quiere irse nadie. Vuelve la Liga. Tras tres meses sin verles jugar, ¿puede el culé ser ambicioso? El sábado, en cuanto ruede el balón, empezamos a despejar incógnitas...
